Lo saben/Lo sé Una jauría de perros siberianos asola nuestra ciudad. Los lobitos y lobitas hacen nata por las calles de Santiago D.L.N.E. Y la gente los azuza. No los patea, ni los escupe, ni los golpea. Donde voy los veo, vagando, como falsos quiltros, como hijos de cuicos en Bariloche. Hay algunos colorines, otros clásicos, algunos con tiña. Los perros siberianos están ahí, circulando impunemente, lavando con su sangre nórdica, la mancha quiltra de los miles de cachupines que hoy se quedan en el olvido. Y si, quedan en el olvido bajo la sombra aria de esos perros de ojos azules.
Los rumores cuentan que los siberianos salen a cazar con luna llena, y se devoran a los quiltros. Se los comen y luego los entierran, en los parques, en las plazas y donde sea que haya tierra suficiente para improvisar la fosa común de perros N.N. Lentamente se van haciendo con el espacio vital de los perros indigentes. Porque son perros territoriales, porque luchan por su tierra, porque se saben con la bendición de Dios y de la sociedad que los alimenta y los cuida y los quiere, de verdad. No de la boca para afuera como con los quilterriers. Porque nuestra sociedad es aspiracional, porque Chile está cambiando y es mejor tener quiltros siberianos, que quiltros a secas. Porque a los vagos y feos nadie los quiere, ni siquiera quien escribe. Porque parecen tontos, porque son negros y huelen feo. En cambio los siberianos son tan guapos, tienen la colita frondosa y unos colores acordes con los de nuestra querida ciudad. Nada de champurreos colorines, morenos y rubios. No, sólo colores bien definidos, porque los lobitos y las lobitas son plomitos con blanco y de ojos indudablemente celestes y si los acaricias te hablan, en su idioma con su voz animal, y te mueven la patita y te menean la colita, pero siempre altivos, no como los quiltros, que por un poco de cariño son capaces de orinarse en el lugar, de pegarte la tiña y las pulgas… y en verano las garrapatas.
Los rumores cuentan que todo es parte de un plan de erradicación de quiltros, ideado por los delfines de la moneda: el SAG, el SESMA y la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI).Este plan estaría basado en el mismo principio que usan los halconeros del aeropuerto para echar a las palomas y a los otros pajarracos de poca monta que pululan por el cielo de Aeropuerto Pudahuel, poniendo en riesgo las turbinas de los bing bang boings 737, ¡Y que viva alcaeda! ¡Y Zapata! ¡Y sor Teresa de Calcuta!

¿Confuso?/no importa ya lo expliqué

Los quiltros están por desaparecer. La culpa es de las autoridades y de los siberianos introducidos ilegalmente en nuestra ciudad.
Si se extinguen los quiltros provocarán un desequilibrio en el ya desequilibrado medioambiente capitalino, que podría traer como consecuencia, un alza en el petróleo del orden del 9,03% (es decir la parafina para la estufa subiría a luca el litro).
No quiero que esos perros desaparezcan/aunque ni tu ni yo los queramos de verdad. Porque no está bien que las especies nativas sufran las consecuencias de la globalización. Porque no está bien que los perros blancos siempre se queden con todo. Porque los buenos no siempre ganan

todos ustedes/nuestros amigos/los infames

por ED  ¶ 12:12 a. m.